Cuando te conectas con tu verdadera esencia, algo cambia profundamente: dejas de mirar hacia los lados y comienzas a mirar hacia adentro. Vivir en propósito te expande, te saca del juego de la comparación y te coloca en un estado de abundancia, fluidez y autenticidad.
Cuando estás tan enfocado en tus cosas y estás haciéndolo con excelencia, automáticamente se disuelve la percepción de “competencia” porque ya vives en estado de abundancia, fluidez, excelencia.
La sensación de competencia es un síntoma de escasez interna. Surge cuando inconscientemente crees que no hay suficiente para todos o que tu valor depende de ser “mejor que” alguien más.
Cuando operas desde tu centro, conectado con tu propósito único, comprendes que nadie puede hacer lo que tú haces exactamente como tú lo haces. Tu energía, tu experiencia y tu esencia son irrepetibles.
La verdadera maestría no está en vencer a otros, sino en superar tus propios límites cada día, expandiendo tu consciencia y elevando la calidad de tu servicio al mundo.
¿Con quién compiten las estrellas para brillar? Con nadie. Simplemente brillan porque esa es su naturaleza...
Hay espacio para todos ✨ y necesitamos a más personas que brillen y vivan en propósito ✨
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