El ego es ese conjunto de capas que nos hemos ido poniendo desde niños como mecanismo de defensa para protegernos del entorno y aunque el ego puede ser una forma de mantenernos empoderados, podrías llegar al punto de crear una identidad basada en apariencias, que dista mucho de lo que es el verdadero ser.
El ego es parte importante de nosotros porque nos puede proteger e impulsar en momentos determinantes, pero ¿hasta que punto tu ego te beneficia? La idea es tener la capacidad de reconocerlo y saber redireccionarlo a tu favor.
¿Cómo lo identificas?
Muchas veces el ego se nutre de lo que ocurre fuera de nosotros y busca llenar las necesidades y vacíos internos del exterior. Pero, la realidad es que por más que sepamos en la teoría que la felicidad, la paz y la plenitud no se encuentran en el exterior. Muchos intentan nutrirse de afuera y llegan a sentir un leve placer, que pronto se esfuma.
El ego que pesa como esos kilos de más que nos molestan es aquel que debemos saber reconocer para redireccionarlo a nuestro favor. Aquel que le gusta tener el control y la razón en todo.
Y así como amo las preguntas introspectivas, me hago dos preguntas especificas para reconocerlo y redireccionarlo:
- ¿Me siento auténtica y honesta conmigo misma en estos momentos?
- ¿Me siento separada de mis propias convicciones?
La idea es sentirse como cuando finalmente decidimos quemar esos kilos en el gimnasio: ligeros, libres, más felices.
Cuando logras reconocer y desporjarte de aquellas capas de ego que te pesan, vives desde tu esencia. Sin duda eres espontáneo, te haces más perceptivo, intuitivo. Te liberas de la necesidad de tener siempre la razón, de ser superior e incluso de la necesidad de tener fama. Lo más importante y más bonito de todo, es que serás capaz de ver la esencia de los demás.
En cambio, si solo vives desde el ego podrás ver únicamente las capas de ego de los demás. Por lo tanto, no podrás llegar a ver su esencia porque no eres capaz de ver la tuya.
¿Cómo podrás llegar a ver el verdadero ser de alguien si no eres capaz de ver el tuyo?
Si te preocupas demasiado por cómo te van a ver los demás, te habrás desconectado de ti y permitido que te guíes por las opiniones de otros. A veces así funciona el ego. Por lo que esta vez te invito a renunciar de hacer las cosas desde la apariencia y comenzar a hacer, siendo tal y como eres. Sin capas “protectoras” ni el foco en el exterior. Es ahí cuando despertará tu verdadera conciencia de vivir intensamente.
Hoy toma conciencia de todas esas veces que has actuado desde aquel ego que pesa, evalúa cómo te sentiste y pregúntate: ¿Realmente trajo algo positivo a mi vida?
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