Hace pocos años estaba en el sofá del apartamento de mis padres comenzando de cero y con el corazón roto. Veía muy lejano que mi vida se restableciera pronto… El propósito es un armonizador.
Sentía frustración, tristeza pero a la vez había un fuego en mi corazón que jamás había sentido en mi vida. Era una fuerza más grande que yo, más grande que cualquier emoción o situación por la que estaba pasando.
Ese día, en el que el dolor emocional era tan profundo que se sentía en el cuerpo, decreté en voz alta: «Voy a tener lo mejor del mundo interno y lo mejor del mundo externo y voy a enseñarle al mundo a tenerlo también».
Ese decreto se convirtió en la llave de absolutamente todo lo que comencé a experimentar en mi vida. Lo que parecía el peor día, se convirtió en uno de los mejores días de mi vida.
Ese día marcó un antes y un después, ese día levanté la mano y dije «esto lo haré por mí, por mi entorno y por el mundo».
Ese día decidí vivir en propósito, ese día mi vida cambió para siempre.
El propósito es un armonizador. Cuando vives en propósito, tu vida se armoniza.
Si quieres ver todo el contenido que te comparto en inspiración, sígueme en Instagram y activa la campanita de notificaciones 👇