Hace tiempo, alguien me escribió un mensaje gigante con todas las razones, supuestamente, “lógicas y con base” de por qué yo no debería estar hablando de este tema de la mente, el cerebro y las emociones. Una de sus razones principales, que me recalcó muchísimo, fue que yo no soy psicóloga y no invertí cinco años de mi vida estudiando la carrera… Jamás dejes que nadie te quite lo bailao…
Me quedé viendo el mensaje, mientras sonreía, porque realmente no me afectó en lo absoluto y justamente por eso, se me vino a la mente hacer este blog, porque la única razón por la cuál no me afectan ese tipo de mensajes y más bien los tomo como inspiración, es que en estos casos siempre actúa mi “ego bueno”, esa protección que me hace seguir pisando fuerte.
LA FORMA EN LA QUE ACTÚA EL EGO BUENO
Hay personas que tienen cinco años estudiando psicología, lo respeto y lo valoro inmensamente; tengo muchos amigos psicólogos que amo, admiro y respeto mucho, pero hay algo que tengo muy claro: el título no hace al maestro.
En mi caso, estudié diseño de modas en Milán, Italia, en una de las mejores escuelas de moda del mundo, ¿Y te confieso algo? ¡No sé coser! Le pagaba a un costurero para que me cosiera los diseños, y el profesor se daba cuenta porque él sabía que era pésima en esa labor, ¡Dañaba las máquinas! Con eso te digo todo.
Por ejemplo, tenemos a Carolina Herrera que es una de las mejores diseñadoras del mundo, y hace poco tiempo comenzó a estudiar diseño de modas. ¿Te puedes imaginar que ella tuviese la creencia limitante de tener que estudiar diseño de modas, para ser la mejor diseñadora de modas del mundo? Perdón, pero esta creencia de que los psicólogos son los únicos que tienen derecho a hablar de este tema, no te la compro.
Por otra parte, está Tony Robbins quien es capaz de cambiar un patrón de comportamiento y creencias limitantes en tan sólo 20 minutos, en personas con pensamientos suicidas y no tiene un título.
Sin embargo, es verdad yo no tengo cinco años estudiando sobre esto… ¡Tengo más! Tengo la mitad de mi vida obsesionada con este tema. No estudio solamente en un horario para pasar una materia, sino que lo hago todos los días. Invierto gran cantidad de horas en conocimiento. Y a veces, duro todo el día instruyéndome con audiolibros o cursos de este tema mientras hago mis cosas.
Del mismo modo, no solamente invierto horas, sino dinero en grandes mentores, líderes, conferencias, certificaciones y coaches. Lo hago desde el corazón, desde el alma, porque amo lo que hago. Me apropié de mi propósito de vida y me he vuelto adicta, a llenar todos los espacios vacíos hasta llegar al punto de crear técnicas propias que he probado en mí y en mis clientes.
QUE SIEMPRE HABLEN TUS RESULTADOS
Cuando digo que soy muy buena en lo que hago, no lo digo por convencerme a mi misma, sino desde los resultados extraordinarios que han tenido mis clientes o las personas que han trabajado conmigo. Personas que llegaron a mí con ataques de pánico, ansiedad o depresión, hasta personas que sencillamente querían tener mayor claridad y subir a un siguiente nivel que terminaron todos encontrándose a sí mismos, clarificando sus metas lo más posible, alineándose a ellas y lo más hermoso de todo: viviendo desde su propósito de vida.
Pero, no solamente lo he logrado en ellos, primero lo logré en mí. Antes, mi estado natural era ser depresiva, ansiosa, malhumorada y emocional; estaba presa internamente, y ahora (creo que te has podido dar cuenta) soy una persona realmente feliz. Mi estado ideal es mi estado natural.
Y ahora, seguro estarás pensando: “¡Qué chica tan egocéntrica! ¿Para qué dice todo esto?”, si fuiste uno de lo que pensaste esto, de seguro eres uno de los que se siente mal cuando le llegan mensajes con una fuerte crítica hacia lo que haces. Para eso estoy aquí, diciéndote toda la historia que me cuento cada vez que me llegan mensajes de ese tipo.
Las capas protectoras que te puedes colocar cuando alguien desedifica fuertemente tu trabajo, es sencillamente recordarte todo lo que has invertido, hecho y logrado. Al recordarte a ti mismo lo bueno que eres en lo que haces y subirle el volumen a tu voz, no habrá nada afuera que te haga sentir menos, débil o intimidado. No habrá nada afuera que intente desviarte de lo que amas.
Todos los resultados que generas en el mundo, en cada ser humano y en ti, son los que realmente dicen qué tan bueno eres en lo que haces, así no exista un título que lo avale o un curso más que no hayas hecho.
LO QUE DEBES RECORDAR
Mi mensaje para ti es que cuando alguien busque subestimar lo que tú estás haciendo, cuando alguien busque minimizar lo que eres y has alcanzado, e intente buscar las supuestas bases de por qué tú no deberías hablar de lo que estás hablando, sencillamente vas a recordar cada uno de los resultados que has generado en las personas; recuerda cada uno de los estudios que has obtenido, los recursos internos que tienes, las horas que invertiste en eso y aplicándolo en tu vida; recuerda lo congruente que eres en tu día a día.
También recuerda, que eres humano y que por eso debes perdonarte; y perdonar que no eres perfecto, eres una persona que tiene una intención hermosa y la intención pura es la que más vale, pero no solamente la intención, sino el conocimiento que está alineado a lo que tú quieres ser y la creencia de que eres capaz de hacerlo.
Lo más importante es que no dejes que nadie te quite lo bailao, porque cuando lo aceptas y reconoces desde una falsa humildad que “no eres tan bueno en lo que haces”, cuando te sientes menos por no tener un estudio extra, un título extra o cualquier otra “prueba externa” que te haga sentir así, lo que sucede internamente es que sientes que caminas sobre un piso resbaladizo; no sientes que caminas en suelo firme, y por eso tus pasos no son fuertes y determinados.
Pisa fuerte desde las bases y referencias de la realidad que tienes, mientras sigues aprendiendo de los mejores en tu nicho. Sigue bailando, triunfando y mejorando, ¡Con paso firme! Desde lo que ahora eres, desde tus recursos y referencias que dicen lo bueno que eres en lo que haces. Pero no te quedes bailando en un mismo lugar, ¡Muévete! Perfecciónate, mejora cada día y si eso que te dice una persona es un peldaño más para que sigas subiendo, y te sigas retando y mejorando, ¡Hazlo! Pero jamás dejes que nadie te quite lo bailao’.
LLENA LOS ESPACIOS VACÍOS
¿Cuál es esa debilidad y objeción que tienen la personas de ti, y de lo que haces? Vela y llena ese hueco, velo como una oportunidad para mejorar aún más en lo que estás destinado a hacer, pero jamás para intimidarte o cambiar de pasión.
Eres un crack por haber llegado a donde estás, reconócelo, recuérdatelo cada día, ¡Sólo tú sabes todo lo que te has esforzado para llegar a donde estás! ¡Honra tus logros! Pero sigue moviéndote, perfeccionando tus pasos, mientras te dices a ti mismo “Soy muy crack en lo que hago”. No dejes que nadie te quite lo bailao’…
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