¿Cuántas decisiones has tomado, de las que te has arrepentido?, ¿De cuántas decisiones te has sentido orgulloso?, ¿Me creerías si te digo que existe algo más importante, que la misma decisión que tomes?
Sí, me costó entender, hasta que finalmente lo hice consciente.
Para nadie es un secreto lo que está viviendo mi país, Venezuela, y muchos han tomado una decisión trascendental: Irse del país.
Es la misma decisión para todos pero, realmente, lo más importante está detrás de esa decisión y es el “significado” que le da cada ser humano a su propia elección.
¿Qué significado tiene cada elección que tomas?
Una vez decidí cortarme el cabello, bastante corto en comparación a como lo había tenido por años, el significado que le di fue: Suelto lo viejo, y me abro a todo lo nuevo que viene.
Algo similar sucede cuando tomamos la decisión de irnos del país, ¿Nuestro diálogo interno está en huir del lugar anterior o en las nuevas oportunidades que ofrece un nuevo país?
Incluso, en la acción tan sencilla de limpiar tu cuarto, si tomas un tiempo a la semana para ejecutar esta tarea, ¿Estas pensando en el esfuerzo de realizarla o lo haces con la intención de crear espacio y abrirte a lo nuevo que viene en la próxima semana?.
El significado que le das es el diálogo interno que tienes de cada cosa que haces.
En cuanto a decisiones transcendentales, esta semana una chica me preguntó si continuar o terminar su relación, a lo que yo respondí: ¿Cuál es tu diálogo interno? Ahí te das cuenta si las elecciones las tomas desde el miedo o el amor, desde una emoción desagradable o agradable.
Parece algo muy sutil, pero realmente el significado de tus decisiones son incluso más importantes que las decisiones en sí, ¿Sabes por qué? Porque, en la mayoría de los casos, su significado va a determinar tu resultado.
La historia que te cuentas va a condicionarte positivamente para ver las oportunidades o negativamente para darle paso a la duda y mantener la mirada atrás. Y la duda es uno de los estados internos más agotadores porque son dos ideas distintas peleando en tu cabeza: “debí haber tomado otra decisión”, “¿y si no me sale como espero?”, “pude haberme quedado donde estaba”…
Volvemos a los venezolanos que decidieron irse a otro país, fácilmente puedo identificar la intención detrás de su elección de irse por el diálogo interno que tienen, por la emoción impregnada en su cuerpo, por el enfoque que le dan a su situación actual y por ende el resultado final que tienen. Si se fueron huyendo, su mirada está aún en lo que dejaron atrás y tendrán la energía dividida. Si se fueron con la intención de cumplir sus sueños, la historia que se cuentan es distinta; se refleja en su lenguaje corporal, su mirada refleja esperanza y son el tipo de personas que llegan lejos.
Al final, la decisión fue la misma, lo único que cambió fue el significado que le dieron a esta.
Ahora te pregunto: ¿Qué estado interno hay detrás de cada una de tus decisiones? ¿Convicción o duda? ¿Amor o miedo?…
Te invito a que antes de tomar una decisión evalúes qué significado le das.
Antes de elegir entre una opción u otra, piensa en la historia que te estás contando, ¿Eliges desde una emoción desagradable o te sientes liviano al pensar en el resultado de esa decisión? ¿La tomas aún mirando hacia atrás o con la vista intacta en lo bueno que viene?
El significado que le des a cada decisión, va a determinar tu resultado, pero solo si así lo eliges… Al final, siempre estás a tiempo de cambiar la historia que te cuentas. Si, incluso después de haber tomado la decisión.
Pero luego de hacer esto consciente, la idea sería que de ahora en adelante tomes estos pasos antes de tomar una decisión:
1. Haz consciente la historia que te cuentas
2. Siente la convicción
3. Toma la decisión
¿O no? ¡Tú eliges!
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