En estos días me topé con un comentario muy fuerte de un profesional en el tema del desarrollo personal que tenía como amigo, criticando fuertemente todo el trabajo que he venido haciendo.
Tengo la mitad de mi vida instruyéndome acerca de este tema; haciendo cuanto curso, taller y certificación exista, asistiendo a numerosas conferencias y leyendo gran cantidad de libros. Todos los días me sigo formando y soy una obsesionada del aprendizaje. Pero, no solo para compartirlo con ustedes, como siempre lo he hecho, sino que antes de eso me dispongo a probarlo en mí y si me funciona, integrarlo a mi vida. Entonces desde el ejemplo, desde la experiencia y me atrevo a decir que también desde la congruencia, comparto todo lo que vivo y aprendo.
¡He sido realmente transparente! Hasta las cosas que aún me quedan por aprender también se las cuento y sé que cuando las aprenda se las compartiré.
Aunque, también quiero confesarte que cuando estaba comenzando a instruirme en todo este tema, hubo un punto en el que pensé que me las sabía todas y estoy segura que esto nos ha sucedido a todos en algún momento.
Cuando llegamos a ese punto de sentir que ya no necesitamos saber más, nos sentimos con el poder de criticar lo que hacen los demás. Yo estuve allí, pero me di cuenta de que esa actitud solo refleja la poca visión que puedes tener.
¿SABES POR QUÉ?
Si ya te sientes en el “tope” quiere decir que no ves que hay un tope más alto. ¡O que ni siquiera hay un tope!. Y esa sensación interna será tu propio techo que no te dejará crecer más. Este estado mental se puede notar a leguas cuando ves a gente que se empeña en verle lo negativo a las personas, incluso a aquellas que admiran.
IMAGÍNATELO ASÍ:
Esa persona está en la mitad de una escalera y está viendo hacia abajo y apuntando su dedo y su atención abajo. No ve hacia arriba, y por lo tanto no continúa subiendo.
O por el contrario, también puede estar parada viendo hacia arriba y criticando fuertemente a los que están arriba. Entonces, ¿sabes cómo queda aquello registrado en tu subconsciente? ¡ Te lo revelo !
La pregunta que queda guardada en tu mente será: ¿Para qué subir si no me gusta el resultado de los que están arriba?
De una manera u otra, nunca va a ser positivo enfocarse en lo que no te gusta de la persona que admiras o de tu “competencia”.
ELEVA TU NIVEL DE CONCIENCIA:
Yo tengo una frase que amo y siempre la digo: “El sol sale para todos”
¿Para qué competir, si podemos juntos comernos el mundo?
¿Por qué criticar si podemos enfocarnos solamente en lo que nos suma a nuestro crecimiento?
¿Para qué empeñarse en ver hacia afuera si puedes co-crear desde lo que realmente eres?
Amigo que lees este blog, ¡Es hora de crear el hábito de solo ver lo bueno en los demás! ¿Sabes por qué? Si te enfocas en lo bueno, lo desarrollas en ti. Y también sucede así si te enfocas en lo malo.
Agenda ya mismo tu llamada de aceleración de resultados con mi equipo y comienza tu proceso de transformación:
